Gobierno de Trump insiste en excluir inmigrantes indocumentados del Censo

El Censo Nacional tiene lugar cada 10 años y el 2020 es uno de esos años. El límite para que todos los residentes de los Estados Unidos completen la encuesta es el 30 de septiembre.

Algunos de los propósitos del censo son:

• Determinar la densidad poblacional (cuántas personas residen en cada estado).
• Distribuir asientos en el Congreso para cada estado, dependiendo de la densidad poblacional.
• El gobierno debe asignar fondos federales para que cada estado invierta en infraestructura, desarrollo socioeconómico, salud, educación, medicina, proyectos de emprendimiento, entre otros.
• Analizar el comportamiento de la economía cada 10 años con respecto a la densidad poblacional de cada estado.

Es bien sabido que la administración actual de los Estados Unidos tiene una postura bastante estricta cuando se trata de la inmigración ilegal. Por ende, una de las propuestas del gobierno de Trump es excluir a los inmigrantes indocumentados del Censo Nacional, argumentando que los individuos que violan la ley local y cruzan las fronteras del país sin autorización previa no deberían hacer parte de ningún proyecto nacional, ni deberían recibir beneficios de los gobiernos locales.

Recientemente, una corte de Nueva York rechazó la solicitud del gobierno de Trump y declaró que todos los individuos que residen actualmente en los Estados Unidos deben hacer parte del censo, independientemente de su estatus migratorio.

Después de este evento, el gobierno de Trump declaró que tiene la intención de llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia, principalmente porque no está de acuerdo con incluir extranjeros indocumentados en algo tan importante como el Censo Nacional.

Inmigrantes indocumentados deciden no participar en el Censo Nacional

Es imperativo aclarar que esta es una encuesta obligatoria y según la ley local, todos los residentes del país deben completarla cada 10 años.

Sin embargo, a pesar de que la corte de Nueva York falló a favor de los inmigrantes indocumentados, la intención del gobierno de excluirlos del censo ha hecho que miles de ellos no lo completen.

Por ejemplo, en algunos barrios de Chicago, Illinois, las cifras del Censo disminuyeron considerablemente comparadas con las cifras obtenidas en el 2010.

En uno de los barrios donde residen decenas de inmigrantes indocumentados, las cifras oficiales muestran que solamente el 26,8% de la población local ha completado la encuesta. La cifra fue de 45% hace 10 años, lo cual representa una disminución substancial.

Por ende, la propuesta del gobierno de Trump está perjudicando el censo y es posible que no se pueda obtener una cifra precisa de cuántas personas residen realmente en los Estados Unidos.

De hecho, decenas de inmigrantes indocumentados han alzado su voz, declarando que la administración de Trump podría deportarlos con la información obtenida en el censo y ellos no están dispuestos a arriesgar sus procesos de inmigración en marcha por completar la encuesta.

Además de eso, múltiples organizaciones de activistas argumentan abiertamente que el gobierno de Trump está presionando a las comunidades de inmigrantes indocumentados para repartir menos asientos en el congreso a estados que tienen ciudades o leyes santuario, que proteger a los extranjeros indocumentados.

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