El brote masivo de Coronavirus en el territorio norteamericano

La crisis sanitaria que estamos viviendo en todo el mundo ocurrió tan de repente que todos los países tuvieron que adoptar medidas de emergencia para proteger la salud de la población.

Desde el brote masivo de Coronavirus en los Estados Unidos, los trabajadores de la salud han sido la primera línea en la batalla contra la pandemia y han puesto en riesgo su propia salud para salvar la mayor cantidad de vidas posible.

De hecho, decenas de doctores y enfermeros han fallecido durante los últimos meses en los Estados Unidos mientras se hacían cargo de Unidades de Cuidados Intensivos para personas contagiadas de COVID-19.

Miles de trabajadores de la salud son extranjeros especializados que residen legalmente en el país utilizando un permiso de trabajo otorgado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).

El futuro de los trabajadores de la salud es incierto

La preocupación principal de cientos de trabajadores de la salud extranjeros es el miedo a la deportación durante la crisis sanitaria.

Es bien sabido que si una persona tiene síntomas de gripa o testea positivo en la prueba de Coronavirus, debe estar en aislamiento obligatorio (cuarentena) por al menos 15 días.

Esto quiere decir que incluso si un médico o enfermero es asintomático pero los resultados son positivos en el examen, debe estar aislado para evitar contagiar a otras personas, especialmente a otros pacientes.

Las visas para trabajadores especializados tienen ciertos requerimientos específicos que deben ser cumplidos para evitar una posible deportación.

Por ejemplo, uno de los requerimientos principales es que el extranjero debe estar trabajando activamente durante el tiempo que resida en los Estados Unidos.

Si el trabajador extranjero no trabaja por un periodo de tiempo considerable, debe irse de los Estados Unidos para evitar acumulación de “Presencia Ilegal”.

Además de eso, los permisos de trabajo son temporales y si los extranjeros especializados no renuevan el permiso a tiempo, deben irse de los Estados Unidos.

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¿Cuál es la repercusión de perder trabajadores de la salud extranjeros?

Los doctores y enfermeros extranjeros que ayudan actualmente a superar la crisis sanitaria son una pieza primordial.

Veamos algunas de las últimas cifras oficiales presentadas por la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA, por sus siglas en inglés):

• El 30% de los médicos que trabajan actualmente en los Estados Unidos son extranjeros.
• El 17% de los enfermeros diplomados que trabajan actualmente en los Estados Unidos son extranjeros.
• Para la industria farmacéutica, aproximadamente el 20% de los trabajadores son extranjeros.
• El 23% de los proveedores de la salud en el hogar y asistentes de enfermería son inmigrantes también.

Por ende, los miembros más importantes en la batalla contra el Coronavirus están en riesgo y es imperativo que el gobierno de los Estados Unidos ofrezca una solución viable para los héroes de nuestra época.

Una posible solución

Varias comunidades de activistas, defensores de los derechos de los inmigrantes y senadores están pidiendo al gobierno otorgar Tarjeta Verde (Green Card) o residencia legal permanente a los trabajadores de la salud que temen la deportación.

Al país le conviene que los trabajadores de la salud sean residentes legales ya que cientos de ellos hacen parte del sector de investigación, eso quiere decir que están intentando encontrar constantemente una cura para el Coronavirus.

La administración actual de los Estados Unidos aún no ha dado una respuesta oficial acerca de los beneficios que va a ofrecer a los trabajadores de la salud durante la crisis sanitaria actual.

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