Miles de solicitantes de asilo esperan en las fronteras de México

El gobierno de Trump, en un esfuerzo incansable por reducir la inmigración en los Estados Unidos, utilizó múltiples herramientas, recursos y poder ejecutivo para restringir las alternativas migratorias y dificultar los programas disponibles para los extranjeros, incluyendo poblaciones vulnerables.

Hablando específicamente de alternativas humanitarias, el gobierno de Trump redujo el límite anual de refugiados en los Estados Unidos a 15.000 para el año fiscal 2021 (octubre-septiembre), la cual es la cifra más baja de refugiados en la historia reciente del país.

Añadiendo a eso, el expresidente Trump y su gabinete dificultaron considerablemente el proceso para solicitar asilo político en los Estados Unidos, aumentando las restricciones, las políticas y los requerimientos obligatorios para cumplir con los parámetros de elegibilidad.

Para dar un ejemplo específico, el gobierno de Trump firmó un acuerdo con el gobierno de México a inicios del 2019 llamado Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés) o “Permanecer en México.” A grandes rasgos, esta política declara que los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos a solicitar asilo político deben permanecer en México hasta que reciban una respuesta a sus solicitudes de inmigración.

Durante la administración de Trump, más de 70.000 inmigrantes fueron inscritos en este programa y miles de ellos aún viven en albergues temporales o fundaciones, a menudo sin acceso a servicios básicos y a la merced de pandillas locales y desastres naturales.

Las condiciones en las fronteras de México y ciudades aledañas no siempre son apropiadas para comunidades que necesitan protección internacional como los solicitantes de asilo. Esa es la razón por la que esta política desató una controversia social gigantesca entre la población estadounidense.

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Gobierno de Biden presenta plan para solicitantes de asilo bajo el MPP

Cuando el presidente actual de los Estados Unidos, Joe Biden, lanzó su campaña política, prometió remover muchas de las restricciones del gobierno de Trump sobre el sistema de inmigración, principalmente aquellas relacionadas con alternativas humanitarias, las cuales afectaron tremendamente a las comunidades de inmigrantes más vulnerables.

Con respecto al MPP, la administración de Biden inicialmente suspendió nuevas inscripciones en este programa a finales de enero del 2021, solo unos días después de que Biden asumiera el cargo, y declaró que presentaría un proyecto de reasentamiento para permitir que los solicitantes de asilo entren a los Estados Unidos paulatinamente.

El viernes 12 de febrero, el gobierno de Biden anunció un nuevo plan de reasentamiento para los solicitantes de asilo bajo la política del MPP. La propuesta funcionará de la siguiente manera:

• Inicialmente, el gobierno de Biden permitirá el ingreso de aproximadamente 25.000 solicitantes de asilo, quienes han esperado en las fronteras de México inclusive en medio de la crisis sanitaria provocada por la pandemia global de Coronavirus.
• Para poder entrar a los Estados Unidos, sus casos aún deben estar activos y ellos deben cumplir con ciertos requisitos. Este plan no incluirá solicitantes de asilo cuyas aplicaciones hayan sido previamente rechazadas o negadas.
• Iniciando el viernes 19 de febrero, se procesarán máximo 300 casos diariamente a través de dos o tres puertos de entrada autorizados (aún desconocidos para evitar aglomeraciones).
• Los solicitantes de asilo tendrán una audiencia programada y recibirán un Aviso de Comparecencia (NTA, por sus siglas en inglés), que les indicará una fecha específica en la que deben presentarse frente al tribunal asignado, normalmente cerca de donde van a residir.

Vale la pena mencionar que el gobierno de Biden ha sido extremadamente claro en el hecho de que estos cambios sobre el programa de asilo político no beneficiarán a los inmigrantes que crucen las fronteras de los Estados Unidos irregularmente (sin documentación legal o autorización previa).

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