Las administraciones de los Estados Unidos y la inmigración

Usualmente, el sistema de inmigración de los Estados Unidos suele cambiar periódicamente, ya sea ligera o considerablemente, dependiendo de las metas, las propuestas y los ideales de la administración del país.

No es un secreto que millones de extranjeros eligen Estados Unidos como su destino y anhelan poder construir un futuro prometedor en el territorio norteamericano. Añadiendo a eso, hay múltiples procesos disponibles para los extranjeros, desde alternativas humanitarias y programas de alivio frente a la deportación, hasta visas basadas en el empleo o lazos familiares. Debido a que el flujo de extranjeros es bastante alto, la inmigración siempre ha sido un tema controversial entre la población estadounidense, lo que hace que las administraciones del país deban enfrentar este sector cautelosa y asertivamente.

Sin embargo, las administraciones de los Estados Unidos tienden a tener una postura bastante rígida cuando se trata del sistema de inmigración. Por un lado, hay administraciones que no apoyan la inmigración y utilizan todas las herramientas a su disposición para restringir el ingreso de inmigrantes al país y dificultar los procesos existentes. Ese el caso de la administración de Donald Trump, la cual aumentó substancialmente las limitaciones sobre toda clase de procesos migratorios, desde programas humanitarios como el asilo político, hasta programas de empleo para trabajadores extranjeros altamente cualificados.

Por otro lado, hay administraciones que apoyan la inmigración y también utilizan todas las herramientas a su disposición para ampliar las alternativas disponibles para las comunidades de inmigrantes e implementan políticas migratorias más acogedoras y menos arbitrarias.

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Estados Unidos podría adoptar políticas de inmigración más flexibles

Después de la llegada repentina de la pandemia global de Coronavirus, el mundo ha tenido que aprender una nueva manera de relacionarse con el entorno y tuvo que adoptar medidas de emergencia para proteger a las poblaciones, lo que nos enseñó que es imperativo ser lo suficientemente flexibles como para reestructurar los sectores más importantes de nuestra sociedad en tiempos de crisis y globalización.

Volviendo al tema de la inmigración, tanto las administraciones con una postura estricta con respecto a la inmigración como aquellas con una postura acogedora suelen tener una visión bastante rígida, lo que dificulta la posibilidad de que las políticas de inmigración se puedan modificar dependiendo de las necesidades globales del tiempo actual.

De hecho, la última reforma migratoria integral de los Estados Unidos tuvo lugar a finales de los años 80, cuando el internet ni siquiera era considerado una necesidad y cuando el avance tecnológico y la globalización no eran esenciales. Por ende, las políticas migratorias actuales no siempre concuerdan con las necesidades globales y podrían inclusive perjudicar el crecimiento socioeconómico de las empresas locales.

Una de las soluciones viables para reducir la controversia alrededor del sector de la inmigración es adoptar políticas más flexibles para que puedan ser moldeadas dependiendo de las circunstancias actuales, las situaciones improvistas y cualquier otro evento que pueda ocurrir repentinamente.

Si la administración de los Estados Unidos no adopta políticas migratorias más flexibles, es posible que el país deje de atraer talento del extranjero, lo que perjudicaría sectores importantes como la ciencia, la tecnología y la ingeniería.

De acuerdo con la opinión de un jubilado de la industria de alta tecnología, quien se llama a sí mismo conservador, “Debemos incluir en nuestros procesos los mecanismos que permitan que nuestras políticas de inmigración se ajusten con el tiempo para reflejar la evolución de las actitudes estadounidenses, las necesidades cambiantes como país y / o el manejo de problemas geopolíticos críticos.”

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