La presión sobre la administración de Biden para mejorar el sistema de inmigración

Aparte de la crisis sanitaria provocada por la pandemia global de Coronavirus, la economía y el sistema de salud, la inmigración también fue un tema relevante durante las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, que tuvieron lugar a inicios de noviembre del 2020.

Aunque los dos candidatos más fuertes no hablaron extensamente acerca de sus propuestas migratorias, la población estadounidense siempre ha considerado este sector como controversial e importante.

Añadiendo a eso, las políticas restrictivas de Trump aumentaron la controversia alrededor del sistema de inmigración y la población que votó por Biden espera que su gobierno revierta las restricciones de Trump e implemente caminos migratorios más humanos y menos invasivos.

Para entender el problema en cuestión, es importante aclarar que, por un lado, el gobierno de Trump siempre ha querido reducir la inmigración, tanto legal como ilegal. Por ende, para cumplir esta meta, su gobierno ha implementado cientos de políticas que restringen y dificultan substancialmente los procesos migratorios. Por otro lado, el nominado demócrata Joe Biden apoya la inmigración, planea levantar las restricciones de Trump y aumentar los beneficios para las comunidades de inmigrantes, desde solicitantes de asilo y refugiados, hasta inmigrantes indocumentados y trabajadores extranjeros altamente cualificados.

Por ende, la presión sobre el gobierno de Biden para transformar el sistema de inmigración y proteger a las comunidades de inmigrantes más vulnerables es gigantesca y, recientemente, su equipo de transición explicó que, para que estos cambios sean efectivos, tomará tiempo no serán visibles tan rápido como la población estadounidense lo esperaría.

Biden declara que deshacer políticas migratorias de Trump tomará al menos seis meses

El equipo de transición de Biden declaró el martes 22 de diciembre que remover las restricciones de Trump y reparar o reestructurar el sistema de inmigración local podría tomar un periodo de tiempo considerables debido a los procesos que deben seguirse para lograr esta meta.

Ese mismo día, en la noche, el presidente electo participó en una conferencia de prensa, donde se discutió el sector de la inmigración y los planes de su gobierno para cumplir sus promesas.

Biden explicó que, para proteger el bienestar de miles de inmigrantes que se encuentran en las fronteras de los Estados Unidos actualmente y, al mismo tiempo, a la población local, su gobierno debe deshacer las políticas restrictivas de Trump siguiendo una estrategia específica y evitar una crisis humanitaria y migratoria.

Añadiendo a eso, el presidente electo declaró: “Lograré lo que dije que haría: una política mucho más humana basada en la unificación familiar. Pero requiere poner muchas cosas en su lugar (…) No se podrá hacer el primer día, eliminar todas las restricciones que existen y volver a lo que era hace 20 años y, de repente, descubrir que tenemos una crisis en nuestras manos que complica lo que estamos tratando de hacer.”

Biden concluyó que para deshacer las políticas de Trump y empezar a reconstruir y reestructurar el sistema de inmigración, necesitará al menos seis meses.

El presidente electo y su gabinete recibieron múltiples críticas en menos de 24 horas ya que, durante su campaña presidencial, Biden declaró que mejoraría el sistema de inmigración desde el día uno en el cargo. Sin embargo, es importante entender que el gobierno de Trump tomó cuatro años para transformar substancialmente el sistema de inmigración e incrementar restricciones para las comunidades de inmigrantes más vulnerables. Por ende, la administración entrante también necesitará tiempo para ajustar las medidas necesarias y proteger los derechos humanos de estas comunidades.

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