La agenda de inmigración del gobierno de Trump

El presidente Donald Trump está buscando la reelección y su gobierno tiene una amplia lista de órdenes ejecutivas para ser utilizada si es electo como líder de los Estados Unidos durante los próximos cuatro años.

De hecho, en uno de nuestros artículos más recientes, hablamos acerca de los comentarios de exoficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), quienes declaran que el consejero superior del presidente Trump, Stephen Miller, tiene varias órdenes ejecutivas que afectarían directamente al sector de inmigración de los Estados Unidos si el gobierno de Trump gana el segundo término.

Ciertamente, esta no es una noticia novedosa debido a que, durante los últimos cuatro años, el sistema de inmigración local ha cambiado substancialmente bajo el liderazgo de Donald Trump, quien asegura que la inmigración masiva es extremadamente perjudicial para el país y que el gobierno debe encargarse de reducirla para proteger la soberanía y a los trabajadores estadounidenses.

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Miller comenta acerca de las órdenes ejecutivas migratorias

Stephen Miller, también conocido como el “artífice” de las políticas de inmigración más controversiales implementadas por el gobierno de Trump, quien también ha sido acusado de tener ideales de “supremacía blanca y xenofobia”, otorgó una entrevista de 30 minutos a NBC News, donde expone las órdenes ejecutivas en la lista de espera, que afectarían tremendamente el sistema migratorio de los Estados Unidos.

De hecho, NBC News declara que es una “agresiva agenda de inmigración para el segundo mandato”. Veamos algunas de las propuestas de Miller con respecto a la inmigración:

1. Limitar aún más las visas basadas en el empleo, con el propósito de proteger a los trabajadores locales, quienes, en su opinión, son dejados atrás por la mano de obra extranjera que suele ser más económica.
2. Aumentar los requerimientos y restricciones para los solicitantes de asilo, disminuyendo el rango de posibilidades para los inmigrantes que necesitan protección internacional.
3. Castigar o penalizar a las “Ciudades o Jurisdicciones Santuario”, que prohíben la cooperación de entidades locales encargadas de hacer cumplir la ley con agencias fronterizas como Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), para evitar la detención masiva de inmigrantes indocumentados.

4. Ampliar o expandir la prohibición de viaje, que se volvió común después del brote masivo de Coronavirus en el territorio norteamericano, solicitando más detalles, información personal y económica de los extranjeros que planeen solicitar una visa o extender su permiso de residencia legal.

Miller declara que el sistema de inmigración modificado por la administración precedente (Barack Obama) aún necesita una reestructuración profunda para proteger por encima de todo a los trabajadores estadounidenses, quienes necesitan ser la prioridad del gobierno, incluso más ahora que el país atraviesa por una crisis sin precedentes en la historia reciente.

Sin embargo, decenas de activistas, defensores de los derechos de los inmigrantes, críticos y abogados de inmigración declaran que restructurar el sistema de inmigración no debería significar restringir substancialmente la entrada de extranjeros y mucho menos evadir la responsabilidad de proteger a las comunidades de inmigrantes más vulnerables, que necesitan protección a través de asilo político o refugio.

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